El 25 de junio de 1992, el Dr. D. Corydon Hammond de la Universidad de Utah brindó una charla en la Cuarta Conferencia Anual Regional del Este sobre Abuso y Personalidad Múltiple en el Hotel Radisson Plaza de Alejandría, Virginia. Fue titulada ‘Hipnosis en DPM: Abuso Ritual‘. En la misma, describió un extraño conjunto de síntomas que él y otros clínicos habían descubierto en los pacientes (por lo general de manera independiente), lo cual indicaba un programa masivo, de cobertura nacional, y bien coordinado de abuso sistemático y control mental, que habitualmente, aunque no siempre, se observaba en miembros de familias de empleados de la NASA, la CIA y del ejército. Utilizando respuestas ideomotoras generadas bajo hipnosis, el Dr. Hammond y sus colegas descubrieron capas de ‘programas’ que fueron instalados en las víctimas (generalmente comenzando en la niñez) a través de la repetición de abusos (básicamente tortura), privación sensorial, desorientación, hipnosis, alucinógenos y otras drogas.
Se hallaron cantidad de diferentes capas de programación, cada una con un objetivo diferente, por ejemplo sexual, suicida (es decir, ‘auto-destrucción’), programas rituales y ‘muerte psíquica’, así como también códigos internos de apagado, entre otros. Las víctimas también fueron programadas con trampas (llamadas ‘bomba verde’), mediante las cuales si el paciente empezaba a recuperarse se volvería loco. Incidentalmente, la cantidad y frecuencia de individuos ‘apagándose’ y matando sin razón parece haberse incrementado en los últimos años. El asesino de Virginia Tech Seung Hui Cho en 2007; Vince Li, el hombre que decapitó a otro en un ómnibus Greyhound en Canadá en 2008; y los asesinos de Fort Hood del 2009 son solo unos pocos ejemplos que llegaron a los grandes titulares y que demuestran características de una posible programación mental.
La historia que reunió Hammond en su práctica es la siguiente. Sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, Allen Dulles y otros de la comunidad de inteligencia norteamericana reclutaron científicos y médicos Nazis que realizaban investigaciones sobre control mental en campos de concentración y los llevaron a EEUU, donde comenzaron a realizar investigaciones similares para la inteligencia militar en hospitales militares. Un adolescente criado según la tradición hasídica judía y con enseñanza en el misticismo cabalístico (temas de la Cábala aparecen repetidamente en la programación), fue ayudado por colaborar y asistir en los experimentos efectuados en campos de la muerte, y él también fue llevado a EEUU. El muchacho americanizó su nombre, obtuvo un título médico, se hizo doctor y continuó trabajando en lo que parece ser el centro de la programación de cultos en la actualidad. Pacientes en todo el país lo conocen como ‘Greenbaum’. Por supuesto, es solo una historia. Hammond aparentemente no tenía forma de verificar la información que reunió de las víctimas.
Según Hammond, el objetivo de este programa es crear un ejército de Candidatos Manchurianos que se involucrarán en la prostitución, pornografía infantil, tráfico de drogas, tráfico internacional de armas, y otras actividades lucrativas e ilegales. Aquellos en la cima creen que eventualmente crearán una Orden Satánica que gobernará el mundo. Nuevamente, si eliminamos la glosa del ocultismo, esto conlleva una asombrosa similitud con lo que viene sucediendo en las últimas décadas. Según escribí recientemente, existe una innegable confluencia de este tipo de crímenes (tráfico de armas, tráfico humano, grupos de pedofilia organizados, distribución de drogas, etc.) entre grupos de elite de hombres y mujeres altamente posicionados. Y el control mental es recurrente (por ejemplo, ver la literatura sobre el Escándalo Franklin y el affair Dutroux).
La idea del lavado de cerebro apareció en los titulares por primera vez en los 1950s como un término propagandístico para describir los efectos de la instrucción y tortura Maoísta a los soldados norteamericanos. El problema es que eso fue todo lo que los chinos y rusos hicieron alguna vez a los soldados bajo su custodia: instrucción y tortura. Todas las afirmaciones de narco-hipnosis y ‘lavado de cerebro’ eran una farsa. Y considerando las conexiones de la CIA con aquellos que hacían la propaganda (por ejemplo, Edward Hunter, autor de Lavado de Cerebro en la China Roja), es decir que eso es exactamente lo que EEUU mismo estaba haciendo en aquel momento. (Ver Operación Control Mental de Walter Bowart, p. 45.) Nada mejor que acusar a tu enemigo de las mismas cosas que tú haces.
Entonces, en un intento por ‘mantener el ritmo’ en la ‘carrera’ del control mental, el ejército norteamericano y las agencias de inteligencia comenzaron una serie de proyectos, algunos de los cuales eventualmente se hicieron públicos cuando el encubierto e ilegal Proyecto MKULTRA de la CIA fue descubierto por el Comité Church en 1975. El programa incluyó el desarrollo de métodos para manipular el comportamiento humano (incluyendo estimulación electrónica del cerebro, o ESB), el intento de crear Desórdenes de Personalidades Múltiples en ‘sujetos’, la administración de gran variedad de drogas para alterar la mente en víctimas sin consentimiento, hipnosis, abuso sexual y privación sensorial (las mismas prácticas descubiertas por Hammond en sus víctimas)1. Utilizando una amplia red de organizaciones y fundaciones, la CIA financió este enorme proyecto de investigación usando sujetos inocentes sin su consentimiento. Incluso los científicos que hacían los estudios por lo general desconocían que estaban siendo financiados por la CIA, y sus investigaciones eran en gran parte publicadas abiertamente en la literatura científica. De esta manera, la CIA pudo hacer uso de una gigantesca base de investigación (más grande de lo que jamás hubiesen podido procurarse habiendo conducido solo proyectos altamente secretos), utilizando algunos de los mayores y más reconocidos nombres en los campos de la psicología y la psiquiatría. El programa fue oficialmente cerrado a fines de los 1960s, pero muchos investigadores creen que han existido otros programas similares, y que continúan en funcionamiento.
Sin embargo, la aplicación práctica de tales métodos empezó antes de 1950, demostrando que EEUU no solo estaba interesado en ‘mantener el ritmo’, sino que en realidad estaba ampliando tales esfuerzos. George Estabrooks, profesor y psicólogo de Rhodes, era un experto en hipnosis y trabajó con la inteligencia militar durante la Segunda Guerra. Él decía que podía “hipnotizar un hombre – sin su conocimiento o consentimiento – y hacerle cometer traición en contra de EEUU”. También escribió que había logrado exitosamente inducir el desorden de personalidad múltiple en individuos y que ello “se ha hecho y se está haciendo”. De hecho, la bibliografía abierta registra la exitosa inducción de DPM en grupos de niños (ver el libro, El Asesino Perfecto, de Jerry Leonard, para referencias). Dave McGowan escribe en su libro, Hipnotismo:
Por lejos la causa más común de DPM es el abuso temprano en la niñez, habitualmente, pero no siempre, infligido por un pariente u otro tutor adulto. Según declaró el Dr. Frank Putnam en 1989: “Estoy impactado por la calidad de sadismo extremo que se reporta en la mayoría de las víctimas de DPM. Muchos me han dicho de haber sido abusados sexualmente por grupos de personas, o de ser obligados a prostituirse por miembros de sus familias, o de ser ofrecidos como entretenimiento sexual a las parejas de sus madres. Luego de haber trabajado con una cantidad de pacientes con DPM, resulta obvio que el abuso infantil severo, sostenido y repetitivo es un elemento mayor en la creación de DPM”…
En otro segmento, Estabrooks reconoce que él mismo había escrito que: “cualquiera puede ser arrojado al más profundo estado de hipnotismo mediante el uso de lo que llamo el método ruso – desintegración deliberada de la personalidad mediante tortura psíquica, sin limitaciones… El sujeto fácilmente podría quedar hecho un desastre mental pero la guerra es un negocio oscuro”.
… Estabrooks también señala que los niños son sujetos especialmente buenos, dado que son “notoriamente fáciles de hipnotizar”. Esta es una agradable forma de decir que los niños son particularmente vulnerables al abuso y tienen una elevada tendencia a disociar experiencias traumáticas, creando en consecuencia identidades alternas que luego pueden ser explotadas y controladas. (‘Control Mental 101’)
Todo esto es para decir que el control mental no necesariamente es esa ‘loca’ idea que generalmente se considera. Personalmente, cuando me crucé con estas ideas por primera vez, pensé que se trataba de una mala película de ciencia ficción: algo exagerado y bastante ridículo. Pero luego de estudiar el tema, no estoy muy seguro. Disparatado como pueda sonar, este tipo de ‘investigación’ ha sido activamente llevado a cabo por agencias de inteligencia militares durante generaciones, aparentemente con gran éxito. Solo piensa en las prometedoras y misteriosas ventajas que ofrecen tales procedimientos: portadores de información sensible pueden ser inducidos mediante hipnosis a experimentar amnesia selectiva, con el objetivo de desconocer la información que portaban; agentes dobles pueden ser programados con múltiples personalidades para creer firmemente que son desertores, ganándose la confianza de gobiernos extranjeros o posiciones de liderazgo en organizaciones subversivas, que luego podrían ser desbaratadas, proveyendo la excusa de ‘neutralizar’ subsecuentemente tales grupos; asesinos e individuos encubiertos pueden ser programados para desconocer misiones anteriores o actuales, soportando la tortura y la interrogación y no revelar información preciada en relación a la ‘seguridad nacional’. (Vean algunos de los libros mencionados más abajo para ponerse al día sobre el tema. Por ejemplo Walter Bowart provee algunos casos de estudio interesantes de individuos que fueron condicionados a ser portadores hipnóticos para la CIA.)
El 31 de julio de 1999, Laura preguntó específicamente sobre el material Greenbaum:
P: El material Greenbaum señala que había un muchacho judío que fue traído a EEUU y capacitado como doctor y que luego se transformó en este infame Dr. Greenbaum. ¿Es eso verdad?
R: No. “Green” es un apodo, o más precisamente, un pseudónimo para múltiples personas involucradas en esfuerzos de control mental.
En el libro de Jim Marrs del 2008, El Advenimiento del Cuarto Reich, se escribe:
Según el ex-agente de la inteligencia militar norteamericana Lyn Buchanan [en una entrevista del 2007 con Marrs], quien en un momento entrenó a individuos del ejército en visión remota, los Nazis formaron una unidad de psíquicos que denominaron Doktor Gruenbaum. Este nombre fue para el proyecto psíquico, no para una persona, aunque aparentemente un psíquico alemán que adoptó el nombre Gruenbaum pudo haber vivido en EEUU después de la guerra. El nombre Gruenbaum, o árbol verde, aparentemente era una referencia al símbolo del árbol verde de la Cábala, que se relaciona al “árbol del conocimiento” del Jardín del Edén. (pp. 180-181)
Ni Buchanan ni Marrs mencionan la conferencia ‘Greenbaum’ de Hammond o una posible conexión con la investigación del control mental, por lo tanto es incierto si ellos estaban al tanto de una posible relación. Lo que es interesante es la referencia a Gruenbaum como un grupo involucrado en búsquedas psíquicas/místicas, así como también la presencia de un Gruenbaum en América, lo cual coincide con la historia provista por Hammond. Con esto en mente, considera lo siguiente de la sesión con los Cs del 5 de octubre de 1996:
R: Ahora, un poco de historia… como ustedes saben, la CIA y la NSA y otras agencias son los hijos de la Gestapo Nazi… las SS, que fue un experimento influenciado por Antareanos que estaban practicando para la eventual reintroducción del Nephilim en la tierra de 3ra y/o 4ta densidad. Y el contacto con los “Antareanos” fue iniciado por la Sociedad Thule, quienes prepararon a su sujeto de prueba, Adolf Hitler para que sea la figura mentalmente programada de todos los tiempos. Ahora, en tiempos modernos, ustedes han visto, pero por el momento en una escala menor, a Oswald, Ruby, Demorenschildt, Sirhan Sirhan, James Earl Ray, Arthur Bremer, Farakhan, Menendez, Bundy, Ramirez, Dahmer, etc…
Jim Marrs confirma algunos de estos detalles brindados por los Cs, con ciertos datos sugestivos relacionados a otros comentarios también. Por ejemplo, la Sociedad Thule fue un grupo alemán de intelectuales con interés en lo oculto, la política y el misticismo racial. El grupo sirvió como frente para la Orden Alemana, similar a los antiguos Caballeros Teutónicos, y fue instrumental en la formación y financiamiento del Partido de Trabajadores Alemanes. Hitler primero hizo contacto con miembros de la Sociedad Thule cuando tenía 29 años. Marrs escribe:
El autor Joseph P. Farrell indicó que las conexiones encubiertas de [Dietrich] Eckart [editor de literatura ocultista, miembro Thule, y Nazi] y el futuro adjunto del führer Martin Bormann apoyaban la idea de “que Hitler fue manipulado deliberadamente y puesto en el poder, y secretamente manipulado detrás de escenas por fuerzas más poderosas de las que incluso él manejaba, y, cuando había cumplido su propósito, fue saboteado y corrido a un costado deliberadamente”. (pp. 18-21)
Tales grupos estaban “avocados a elevar sus conciencias por medio de rituales hacia una conciencia del mal y de inteligencias no-humanas en el Universo y con lograr medios de comunicación con estas inteligencias. Y el Maestro-Adepto de este círculo era Dietrich Eckart [el hombre al que Hitler llamó el “fundador espiritual del Nacional Socialismo”],” señaló [Trevor] Ravenscroft. Hitler escribió sobre sus propias experiencias con lo oculto como soldado en la 1ra Guerra Mundial: “Habitualmente voy en las noches amargas, al roble Wotan en el silencioso claro, con oscuros poderes para producir una unión.”… “Las versiones más sofisticadas de la leyenda de Thule solo se desarrollaron gradualmente en manos de Dietrich Eckart y el General Karl Haushofer, y luego fueron refinadas y extendidas bajo la dirección del Reichsfuehrer SS Heinrich Himmler, que aterrorizó a una gran porción del mundo académico alemán con dar una mano profesional para perpetuar el mito de la superioridad racial alemana.”… Haushofer… era miembro del misterioso Vril, una sociedad oculta que practicó la telepatía y la telekinesia.
Se dice que fue quizás a través de prácticas ocultas que se realizó un contacto psíquico con inteligencias no humanas… El investigador del ocultismo Nazi Nicholas Goodrick-Clarke… escribió que el poder que motivó a los ocultistas que rodeaban a Hitler y a Himmler “está caracterizado por una entidad descarnada (es decir, ‘fuerzas oscuras’, ‘jerarquías invisibles’, ‘superiores desconocidos’), o por una elite mágica de una edad remota o ubicación distante, con quienes los Nazis estaban en contacto”. (pp. 179-180)
En su libro Morning of the Magicians, Louis Pauwels y Jacques Bergier escriben lo siguiente:
Un día Hitler estaba hablando con Rauschning, Gobernador de Danzig, acerca del problema de una mutación de la raza humana. Rauschning, sin poseer la llave a tales extrañas preocupaciones, interpretó los dichos de Hitler en términos de un criador interesado en el mejoramiento de la sangre alemana.
‘Pero lo único que puedes hacer’, respondió, ‘¡es asistir a la Naturaleza y acortar el camino a seguir! Es la Naturaleza misma la que debe crear una nueva especie para ti. Hasta el momento el criador solo ha logrado desarrollar escasas mutaciones en animales – es decir, creando nuevas características’.
‘¡El hombre nuevo vive entre nosotros ahora! ¡Está aquí!’ exclamó Hitler, triunfante. ‘¿No es eso suficiente para ti? Te diré un secreto. He visto al nuevo hombre. Es intrépido y cruel. Le tuve miedo’.
‘Al decir estas palabras’, agregó Rauschning, ‘Hitler temblaba en una especie de éxtasis’.
Fue Rauschning, también, quien relató el siguiente extraño episodio, sobre el cual el Dr. Achille Delmas, especialista en psicología aplicada, lo cuestionó en vano: Es verdad que en un caso como este esta psicología no se aplica:
‘Una persona cercana a Hitler me dijo que se levanta por la noche gritando y con convulsiones. Pide ayuda, y parece estar medio paralizado. Es arrebatado con un pánico que lo hace temblar hasta que su cama tiembla. Profiere sonidos confusos e inteligibles, le falta el aire casi al punto de sofocación. La misma persona me describió uno de estos episodios, con detalles que hubiese rechazado de no tener total confianza con mi informante.
‘Hitler estaba parado en su habitación, balanceándose y mirando a su alrededor como si estuviera perdido. “Es él, es él”, gritaba “¡viene por mi!”. Sus labios estaban blancos; sudaba profusamente. De repente decía una cadena de números sin sentido, luego palabras y trozos de oraciones. Era aterrador. Utilizaba extrañas expresiones unidas desordenadamente. Luego volvía al silencio, pero sus labios seguían moviéndose. Luego se le administraba unas fricciones y algo de beber. Luego repentinamente gritaba: “¡Allí! ¡Allí! ¡En la esquina! ¡Él está allí!” – todo el tiempo golpeando con sus pies y gritando. Para tranquilizarlo se le aseguraba que nada extraordinario había sucedido, y gradualmente se calmaba. Luego de ello se dormía por un buen tiempo y volvía a la normalidad…’ [Hermann Rauschning: Hitler m’a dit. Ed. Co-operation, Paris, 1939. Dr. Achille Delmas: ‘Hitler, essai de biographie psycho-pathologique’. Lib. Marcel Rivimere, Paris, 1946.] (pp. 149-150)
Marrs también describe el bien documentado Proyecto Paperclip, una operación Conjunta de Jefes de Personal en la que científicos Nazis fueron ocultados luego de la guerra y llevados a EEUU (por ejemplo, Wernher von Braun, reconocido en la NASA), fue el primero en llegar a suelo norteamericano solo doce días después de la rendición alemana. El proyecto todavía funcionaba a toda máquina en 1973. (Marrs, pp. 149-150) Luego tenemos las bien documentadas relaciones entre miembros de la elite norteamericana (hombres de negocios, industrialistas y políticos) y el Reich Alemán. Por ejemplo, Prescott Bush (el abuelito de W) y George Herbert Walker ambos trabajaron en el consejo de dirección de la Union Banking Corporation (UBC), a quienes les confiscaron sus acciones en 1942 bajo el Acta de Intercambio con el Enemigo por su complicidad con los Nazis. Ambos individuos también fueron miembros del Consejo de Relaciones Extranjeras (Council on Foreign Relations). ¿Y sus abogados? Allen y John Foster Dulles. Marrs documenta esto y más en su libro. (pp. 116-117)
Allen Dulles, por supuesto, se transformó en el tercer Director de Inteligencia Central de la CIA, que en si misma se formó, junto con el Departamento de Defensa, la NSC, y la Fuerza Aérea como resultado del Acta de Seguridad Nacional de Eisenhower’en 1947. (El DD, en cambio, condujo a la creación de la predecesora de la NSA, la AFSA, en 1949) Dulles aparece una y otra vez en estas conexiones Nazis. Por ejemplo, sacó dinero Nazi y criminales de guerra de Alemania y nombro a Reinhard Gehlen, que manejaba una extensa red espía Nazi durante la guerra, como director de los departamentos de asuntos rusos y europeos de la CIA. (Marrs, pp. 138, 145) De hecho, el MKULTRA fue la creación de Dulles. Marrs escribe:
No debería sorprender que los hombres detrás de los documentados proyectos de control mental de la CIA – MKULTRA, ARTICHOKE, BLUEBIRD, MKDELTA, etc. – hubieran recibido ciencia médica nazi brindada por doctores del proyecto Paperclip y sus protegidos. La infusión de especialistas del control mental Nazi hacia la flamante CIA resulta en el Proyecto MKULTRA… (p. 194)
Además de Dulles, otros tres nombres listados por los Cs como víctimas del control mental – Oswald, Ruby, y De Mohrenschildt – también estaba conectados con el asesinato de JFK. En su libro clásico (y difícil de encontrar) de 1978, Operation Mind Control, el periodista investigador Walter Bowart trata el tema del control mental y los candidatos Manchurianos en profundidad. Dice mucho sobre estos individuos, así como también de Sirhan Sirhan (el ‘asesino solitario’ de Robert Kennedy) y de James Earl Ray (el ‘asesino solitario’ de Martin Luther King). Echemos un breve vistazo a cada uno de los individuos mencionados por los Cs. El material sobre cada uno es bastante extenso, así que nos concentraremos en lo que considero son algunos de los puntos más interesantes y referirme a otras fuentes para aquellos que deseen ahondar en el tema.
Lee, Jack, and George
Este trío de personajes tienen su buena cuota de participación en la CIA y el FBI. Ruby, que dijo poco después de asesinar a Oswald que formaba parte de una conspiración mucho mayor con participación de personas en puestos elevados, era informante del FBI en 1959 (revelado por la Cámara del Comité de Actividades No-Norteamericanas, y que Hoover se las arregló para mantener fuera de los informes de la Comisión Warren), con cercanas relaciones con la Mafia y grupos anti-Castro apoyados por la CIA. De Mohrenschildt, uno de los únicos ‘amigos’ de Oswald en Dallas (y uno muy poco probable allí), estaba directamente involucrado con la CIA (según reveló la Cámara Selecta del Comité de Asesinatos) y que justamente tenía el nombre y número telefónico de George Bush Sr.’s (también de la CIA) en su agenda. De Mohrenschildt convenientemente se disparó a si mismo el día previo a dar testimonio ante el Comité de Asesinatos respecto a su relación con Oswald. Él relató a Edward Jay Epstein que había sido instruido por un hombre de la CIA, J. Walter Moore, para mantener contacto con Oswald.
Oswald desertó en 1959 luego de servir en la Marina en Japón (la base en la que estaba asignado es una de las principales estaciones de la CIA en el extranjero y también un centro de investigación de LSD para MKULTRA), el mismo año que el famoso doble agente llamado en código ‘Wallflower’ (Dave Cassidy) fue elegido de un grupo de militares ‘retirados’ anteriormente asignados en Japón para reunir inteligencia de, y distribuir desinformación a la Unión Soviética. A su regreso a EEUU, la participación de Oswald en grupos pro-comunistas y pro-Castro en Nueva Orleans justificaba las operaciones espías nacionales (ilegales) de la CIA. Oswald (y otros como él), con sus conexiones comunistas y conocido estatus de desertor, sirvió para juntar a varios grupos en la lista de observados de la CIA (por ejemplo, la ACLU y FPCC) y proveer un seguidilla de relaciones con el Partido Comunista Norteamericano. Estos grupos y otros luego serían vigilados durante la oleada de protestas y sentimientos en contra de la guerra en el pináculo de la Guerra de Vietnam, en las operaciones MERRIMAC y CHAOS del COINTELPRO por parte del FBI y la CIA, las cuales tenían el objetivo de espiar, infiltrar, desacreditar y neutralizar grupos existentes anti-guerra y de derechos civiles, como también crearlos como oposición controlada para los mismos objetivos. El FBI se hizo particularmente notoria por esto: infiltrar tales grupos con ‘comunistas’ falsos, luego utilizando su presencia como justificación para un mayor monitoreo e infiltración.
¿Estamos comenzando a ver el Modus Operandi de las operaciones de la CIA aquí? ¿Quieres espiar ilegalmente a grupos locales críticos de las elites corruptas y poderosas y en consecuencia neutralizar toda posible fuente legítima de disenso y amenaza a tu base de poder? Simplemente debes plantar a tus propios ‘agentes comunistas’, declarar la infiltración comunista, y proponer el espionaje doméstico para ‘arrancar’ a los malditos comunistas. Es el clásico problema-reacción-solución. Aún mejor, haz que tus agentes provocadores produzcan acciones ilegales y violentas, desacreditando en consecuencia a los grupos en cuestión ante los ojos del público y justificando un bien merecido desarme. Es probable que Oswald haya jugado este papel antes del asesinato, infiltrando grupos pro-cubanos con el objetivo de espiar y desacreditarlos. El libro de Leonard contiene todos los detalles. De más está decir, Oswald con toda seguridad formaba parte de la CIA. La pregunta es, ¿era siquiera conciente de ello?
La descripción de las acciones post-deserción de Oswald tienen una asombrosa similitud con el escenario que Estabrooks propuso para la creación de un ‘súper espía’, así como también a los planes e investigaciones del MKULTRA. Leonard cita a Estabrooks:
Empezamos con un sujeto excelente, y él debe ser justamente eso, uno de esos inusuales individuos que aceptan y llevan a cabo toda sugestión sin dudar. … Luego empezamos a desarrollar un caso de personalidad múltiple a través de hipnosis. En su estado normal despierto, que llamaremos Personalidad A, o PA, este individuo se volverá un rabioso comunista. Se unirá al partido, seguirá los lineamientos del mismo e intentará desagradar a las autoridades lo más que pueda. Debes notar que actuará de buena fe. Es un comunista, o mejor dicho su PA es un comunista y se comportará como tal. Luego desarrollamos la Personalidad B (PB), la personalidad secundaria, la personalidad inconciente, si se quiere, aunque esto es de cierta forma una contradicción de términos. Esta personalidad es rabiosamente americana y anticomunista. Posee toda la información que tiene la PA, la personalidad normal, pero la PA no tiene esa ventaja. Mi súper espía cumple su papel como comunista mientras está despierto, agresivamente, consistentemente, sin temor. Pero su PB es un norteamericano leal, y la PB tiene todas las memorias de PA. Como norteamericano, no dudará en divulgar aquellas memorias, y de más está decir que nos aseguraremos de que tenga la oportunidad de hacerlo cuando sea conveniente. … Nuevamente estas personas tendrían una gran ventaja por sobre los “informantes” ordinarios. Convencidos de su inocencia, cumplirán el rol de quinta columna con la mayor sinceridad, y como se mencionó esta convicción de inocencia será probablemente su mayor protección. Nuevamente, de ser sospechosos, nadie podría obtener ninguna información útil de ellos. Solo unas pocas personas podrían ponerlos en trance y, sin ello, cualquier intento por obtener información sería inútil. (pp. 13-14)
Leonard también cita el libro de John Marks sobre MKULTRA:
Según un documento de la CIA, el sujeto debía ser de 35 años de edad, extranjero bien educado que haya trabajado alguna vez para algún servicio secreto amigo, probablemente la CIA misma. Él no había cambiado su lealtad hacia otro gobierno, y la CIA estaba bastante disgustada con él. El plan de la agencia era hipnotizarlo y programarlo para un intento de asesinato. Él sería arrestado por ello y “dispuesto a ello”. (p. 45)
Este escenario nos recuerda cercanamente al mencionado en un memo de 1954 de la CIA, con posibles consecuencias para el rol de Oswald en el asesinato de JFK. El memo proponía: “¿Puede un individuo de [descendencia] hacerle realizar un intento de asesinato involuntariamente bajo la influencia de ALCACHOFA?” [Siendo Alcachofa el nombre en código de un programa de técnicas de interrogación de la CIA con referencia al control mental.]
Como ‘mecanismo disparador’, para un proyecto mayor, se propuso que un individuo, de descendencia (eliminada), aproximadamente de 35 años, educado, con idioma ingles y bien acomodado socialmente y políticamente en el (eliminado) gobierno sea inducido por Alcachofa a realizar un acto, involuntario, contra un importante (eliminado) político, o de ser necesario, contra alguna autoridad norteamericana. … Luego de haber realizado el intento de asesinato, se supuso que el sujeto sería arrestado por el gobierno (eliminado) y en consecuencia ‘dispuesto a ello’.
Estabrooks e investigadores del MKULTRA incluso propusieron utilizar asesinos controlados mentalmente para operaciones anticastro. Y justo sucede que Oswald estaba conectado en Nueva Orleans con un exiliado anticastro/asesino/CIA, Carlos Bringuier, ofreciéndole su experiencia como ex marino, así también como asesino mafioso contratado por la CIA para asesinar a Castro.
Como Marino, Oswald probablemente recibió su entrenamiento/programación bajo los auspicios de la Marina, que tenía un intensivo programa de entrenamiento para asesinar, según reveló el psicólogo de la marina norteamericana, Teniente Dr. Thomas Narut en los ’70s. (Las evaluaciones psicológicas de Oswald lo categorizaron con tendencias esquizoides; en otras palabras, era buen material asesino.) Estabrooks tenía conexiones con la inteligencia de la Marina (e incluso se jactaba de programar exitosamente a un marino como agente doble), al igual que Guy Banister, el ex agente del FBI transformado en anticastro cuyos datos Oswald enumeró en sus infames panfletos pro-castro. Luego tenemos las conexiones de Oswald con el ex piloto y aficionado a la hipnosis de la CIA David Ferrie. Según la Cámara del Comité de Asesinatos, Ferrie frecuentemente realizaba hipnosis a sus jóvenes reclutas en la Patrulla Aérea Civil, donde Oswald estaba asignado en los ’50s.
Cuando la Cámara del Comité de Asesinatos se dispuso a seguir el rastro de la información de Oltmans, encontraron a de Mohrenschildt muerto. Se había disparado durante una pausa mientra era entrevistado por Edward Jay Epstein para su libro, La leyenda de Lee Harvey Oswald. Bowart escribe, “La hija de Mohrenschildt, Alexandra, le dijo a Epstein que creía que su padre se había suicidado luego de haber recibido una sugestión post-hipnótica disparada por una voz en el teléfono de su habitación”. (p. 204)
Hablando de disparadores post-hipnóticos, aquí tenemos algo más de los Cs sobre el tema, de la misma sesión de más arriba:
R: … deben saber que Oswald fue programado para ser el “chivo expiatorio.” Entonces diría muchas cosas contradictorias. Demorenschildt fue tanto programador como programado. Ruby fue programado hipnóticamente para disparar a Oswald, con disparador de audio, que era el sonido de una bocina de auto. [La bocina del auto puede escucharse en el video del asesinato.]
Respecto a Jack Ruby, hay testigos que dicen haber visto a Oswald en el club nocturno de Ruby. Y mientras estaba detenido luego de matar a Oswald, Ruby le dijo a Earl Warren: “Me han utilizado con un objetivo, y algo trágico sucederá si no toman mi testimonio y de alguna forma me dan la razón para que mi gente no sufra por lo que hice. … Como consecuencia, una nueva forma de gobierno tomará el país.” (Bowart, pp. 200, 199)
Hay pocas dudas que tuvo lugar un encubrimiento luego del asesinato de Robert Kennedy (ver el informe detallado de Allen Branson, aquí). La policía de LA intimidó y coaccionó a testigos, incluyendo a Sandra Serrano, quien fue una de las tantas que vieron a Sirhan en compañía de otro hombre y una mujer con un vestido a lunares en la escena del tiroteo. Su interrogador fue Hank Hernandez, que regresaba de trabajar en una compañía de la CIA justo a tiempo para la investigación. La mujer del vestido a lunares también fue vista y escuchada luego del tiroteo por al menos dos testigos (incluyendo a Serrano) exclamando jubilosamente, “Le disparamos. Le disparamos.” La policía también destruyó evidencia de impactos de bala adicionales en la despensa del Hotel Ambassador donde Kennedy recibió el disparo, y el informe de la autopsia que demostraba que Kennedy había recibido el disparo desde atrás y a quemarropa (Sirhan estaba a varios pies frente a Kennedy durante todo el tiroteo) no se permitió su uso en el juicio a Sirhan. Incluso intentaron traer al oficial que realizó la autopsia para que modificara su informe para que encajara con su historia. De más está decir, ese día se disparó más de un arma, y aquellos responsables de haber hecho esos disparos adicionales nunca fueron llevados a la justicia.
Ahora, Sirhan jamás negó haber disparado a Kennedy. Le tomó la palabra a los demás que dijeron que lo había hecho, pero él no recordaba nada del tiroteo mismo; solo recordaba estar en el hotel, y luego mientras era reducido después del tiroteo. Tanto la acusación como la defensa establecieron la realidad de su inexplicable amnesia respecto a la balacera. Mientras estaba detenido, sufrió mareos y dolores estomacales (al igual que Candy Jones y Luis Ángel Castillo, también incluidos en el libro de Bowart), y se miraba en un espejo durante horas. Pronto descubriría ser un perfecto sujeto hipnótico y el psiquiatra defensor creía que Sirhan se había auto-programado en un profundo estado de trance para cometer el asesinato. El único problema fue que no tenía motivo alguno. Sirhan no era político, e inclusive expresó tristeza por la muerte de Kennedy y verguenza de sus propias acciones, que van en contra de sus valores.
Se encontraron varios anotadores en la residencia de Sirhan. Una anotación fue utilizada como prueba de premeditación en su juicio:
“Mayo 18 9:45 A.M. – 68. Mi determinación por eliminar a RFK se está volviendo más y más una obsesión irrefrenable… RFK debe morir – RFK debe ser asesinado Robert F. Kennedy debe ser asesinado RFK debe ser asesinado RFK debe ser asesinado… Robert F. Kennedy debe ser asesinado antes del 5 de junio de 1968 Robert F. Kennedy debe ser asesinado nunca escuché por favor pagar a la orden de de de de de de de de de de esto o aquello por favor pagar a la orden de…” (Bowart, p. 216)
Sirhan no recordaba haber escrito estas notas, y la similitud de esta anotación con órdenes post-hipnóticas debería ser obvia. Las extrañas circunstancias del caso han conducido a varios investigadores, incluyendo a Dr. Philip Melanson, autor de The Robert Kennedy Assassination; Dr. Herbert Spiegel (Escuela de Medicina de la Universidad de Columbia), experto en hipnotismo; y los abogados de Sirhan, William F. Pepper y Laurie D. Dusek, entre otros (algunos de los cuales están incluidos en el libro de Bowart) a la conclusión de que Sirhan no fue auto-programado; fue programado como candidato Manchuriano por otras fuerzas con el único objetivo de asesinar a Kennedy. De un reciente artículo sobre el caso:
Según las nuevas declaraciones, “[Sirhan] fue un participante involuntario en los crímenes cometidos debido a que fue objeto de sofisticadas técnicas de hipno-programación e implante de memorias que lo incapacitaron para controlar concientemente sus pensamientos y acciones al momento de los crímenes”.
Anticipando el muro de escepticismo que la frase “hipno-programación” produce en muchas mentes investigativas, los expedientes también sostienen que, “al público se le ha ocultado el costado más oscuro de la práctica. La persona promedio desconoce que la hipnosis puede y es utilizada para inducir conductas antisociales en los humanos”.
… Según el Dr. Richard Kluft, profesor clínico de psiquiatría en la Universidad de Temple y ex presidente de la Sociedad de Hipnosis Clínica y Experimental, el escenario que presenta el equipo legal de Sirhan está “ciertamente dentro del reino de lo posible”.
Para poner en contexto a la aparentemente exagerada teoría, Kluft indica que es indiscutible y que existe información disponible respecto a que las agencias de seguridad del gobierno norteamericano han investigado extensamente la posibilidad de crear “asesinos hipnóticos” y “cartero hipnóticos”. (Teóricamente, un cartero hipnótico memorizaría un mensaje clasificado bajo hipnosis y luego solo poder recuperar esa información si se provee la apropiada indicación post-hipnótica por parte del receptor intencionado del mensaje, eliminando en consecuencia la posibilidad de que el agente pudiera divulgar la información si es capturado y torturado.) La información sobre cómo las organizaciones encubiertas han delineado los descubrimientos de su investigación de la hipnosis – como por ejemplo en el supuestamente descontinuado programa de experimentación humana MKULTRA de la CIA – para utilizar, sin embargo, es difícil de obtener.
Según Kluft, no es posible hipnotizar a alguien para que haga algo que obviamente viola sus creencias o deseos. Sin embargo, en la hipnosis el contexto lo es todo. Por ejemplo, un hipnoterapeuta poco ético quiere hipnotizar a un vegetariano para que coma un filete. Si el hipnoterapeuta simplemente pone al vegetariano en un estado de hipnosis y luego se le presenta un filete, identificado como un filete, y le dijera a la persona que se lo coma, el vegetariano hipnotizado seguramente se niegue.
Pero si el hipnoterapeuta pone al vegetariano en un estado de hipnosis y luego hiciera sugestiones engañosas que en breve un mozo le traerá una suculenta, porción de falsa carne, en base a proteínas de soja que sería delicioso y libre de carne, y luego procediera a pedir un filet mignon genuino, el vegetariano seguramente estaría más dispuesto a consumirlo.
La incómoda y seria pregunta, entonces, sería si un cerebro humano excepcionalmente sugestionable, manipulado de la manera correcta, pudiera ser seducido por sus engaños para cometer un acto mucho más allá de la violación de un código alimenticio – es decir, disparar a un brillante político en los primeros pasos de una auspiciosa candidatura a la presidencia norteamericana. …
Según indica este artículo de CNN, el profesor clínico asociado de psicología en la Escuela de Medicina de Harvard, Daniel Brown, afirma que luego de extensas entrevistas con Sirhan, que él “ahora recuerda que cuando hizo los disparos en la despensa él creía que estaba practicando tiro y disparando a objetivos circulares”. También detalla otros avances en el caso, incluyendo evidencia de fuego cruzado en la despensa y fraude en la investigación original.
James Earl Ray
Uno de esos documentos lo identificaban como ‘Eric S. Galt’, nombre bajo el cual Ray alquiló la habitación en el Hotel Lorraine desde el cual las autoridades dicen que salió el disparo fatal. Según Ray, él creía que se encontraba en la ciudad por un negocio de armas arreglado por Raúl. Recibió órdenes de Raúl para comprar el rifle, y estaba manejando por el vecindario cuando escuchó por radio que la policía estaba buscando a un hombre de su descripción. Voló a Canadá, luego a Inglaterra, y el resto es historia. Pero lo interesante es la conexión con Galt. Los cuatro alias de Ray eran personas reales que vivían cerca unas de otras en la zona de Toronto. Y todos se parecían a Ray. Galt (quien resultó ser un tirador certero en Rhodesia) no solo tenía una asombrosa similitud física con Ray, sino que también compartían cicatrices visibles: en la frente, en la mano derecha, y una, de cirugía plástica, en la nariz (Ray, utilizando el nombre Galt, pasó por una cirugía plástica en su nariz un mes antes del asesinato). Y Ray fue la sombra de Galt en viajes a varias ciudades canadienses, incluyendo Ottawa y Montreal, siempre permaneciendo cerca de él.
Entonces, ¿cómo obtuvo Ray esta ‘inteligencia’ sobre un Galt tan similar? Galt piensa que Ray debe haber recibido ayuda, y resulta que la información sobre Falt estaba en un archive altamente confidencial por su trabajo en un contrato de defensa. Según Fletcher Prouty, estos archivos serían de fácil acceso para la inteligencia norteamericana, que mantiene registros sobre todo aquel involucrado en sus contratos de defensa. De más está decir, todo esto sugiere que hay más de Ray (y ‘Raúl’) de lo que parece. Curiosamente, Ray había sido hipnotizado anteriormente, por el psicólogo Mark Freeman, quien descubrió que Ray era un buen sujeto hipnótico (igual que Sirhan) y, de la misma manera que Oswald, mostraba un comportamiento contradictorio. En general, él era tímido, reservado, y pasivo, pero mientras estuvo en LA, era extrovertido, agresivo, vanidoso, y ferviente defensor de George Wallace.
Arthur Bremer
Para ser honesto, no he investigado demasiado sobre Louis Farrakhan, líder de la Nación del Islam. Sin embargo, por lo que he leído, algunas cosas llaman la atención. Primero, tenemos su supuesta participación en el asesinato de Malcolm X, por el cual él aparentemente admitió estar involucrado en cierta medida, aunque parece vacilar sobre el tema. Luego tenemos el hecho que afirma ser un abducido por alienígenas. Eso abre una lata de gusanos, pero mientras tanto, permítanme decir que no me sorprendería si las tantas memorias de abducciones alienígenas fuesen memorias pantalla de un control mental (y quizás incluso viceversa (si, lo sé, ¡es complicado!)).
Si Farrakhan fue un candidato Manchuriano, tendría sentido desde otra perspectiva. Según señala Jerry Leonard en su libro, la CIA tiene una larga historia no solo de infiltrar grupos que los ponen nerviosos; sino también de crearlos de la nada como forma de oposición controlada. Para contrarrestar la expansión de grupos de izquierda comunistas, crearon una serie de grupos de izquierda no comunistas (tanto dentro del país como en el extranjero). De hecho, crearon toda una cultura de izquierda, financiando y controlando medios ‘izquierdistas’, intelectuales, políticos e incluso marcando tendencias en películas y el arte (el expresionismo abstracto produjo un buen contraste con el realismo soviético). Los grupos extranjeros también calzaron como anillo al dedo donde fuera que la CIA deseaba producir un golpe de estado; su ‘oposición’ estaba lista para actuar. Según escribe Leonard:
Estas actividades permitieron a la CIA manipular grupos e incluso gobiernos nacionales para que adoptaran comportamientos de izquierda que pudieran controlar, y en consecuencia minimizar el comportamiento de izquierda independiente que estaba fuera de su control o supuestamente bajo control de los soviéticos. En otras palabras, para controlar a la “verdadera” izquierda, la CIA creó movimientos de izquierda de diseño propio que pudieran permanecer bajo su propia influencia. (Nota #255)
¿Es posible que la Nación del Islam caiga en esta categoría? ¿Y podría ser que el asesinato de Malcolm X haya sido uno de sus ‘golpes de estado’? El primer agente especial afroamericano del FBI, James Wormley Jones, fue asignado para infiltrar a la Asociación Universal de Mejora para el Negro bajo el liderazgo de Marcus Garvey… ¡en 1919! Me da la impresión que el movimiento del orgullo negro fue cooptado hace mucho tiempo atrás, especialmente teniendo en cuenta la propaganda ‘Islámico=terrorista’…
Otra clase de (solitario) loco
Hay algo sobre Norteamérica. Para ser un país del llamado ‘primer mundo’, resulta curioso que tenga la mayor cantidad de figuras políticas asesinadas más que cualquier otro país: 39 (incluyendo 4 presidentes), por delante de Sri Lanka (32), India (29), Rusia (28) y Afganistán (26). También lidera la estadística de asesinos seriales documentados, por lejos: 219, seguido por Inglaterra con 52. ¿Cómo sucede ello en la tierra de la libertad y hogar de los valientes? Si fuera estrictamente un fenómeno natural con una distribución normal, se esperaría que India o China tuvieran muchos más asesinos seriales, pero sus números son irrisorios comparado con EEUU: 9 y 6, respectivamente. Entonces, ¿qué pasa con EEUU y los locos solitarios que asesinan gente? Y mientras que los locos solitarios tienden a recibir tanta publicidad y juicios altamente visibles, ¿por qué sucede que los grupos organizados de pedófilos/tortura/asesinatos, como el grupo Finders y el Franklin tienden a salirse impunes (por no mencionar a los asesinos de la CIA y otros relacionados a la ‘diversión y juegos’ de la inteligencia)?
Bueno, si Dave McGowan (y los Cs, casualmente) están en lo cierto, podría tener que ver con la gran tradición norteamericana del control mental. McGowan, en su libro Programado para matar: La política del Asesinato Serial, expresa que los asesinos seriales seguramente sean candidatos Manchurianos de distinta clase: una operación psicológica diseñada para instalar una ‘mentalidad de ley y orden’ en los civiles a través del terror sistemático, muy similar a lo que tienden a generar las operaciones de ‘falsa bandera’. Es como el Programa Phoenix a gran escala sobre el público norteamericano. Después de todo, la única solución al caos social es un gobierno y fuerzas policiales fuertes, ¿no es cierto? ¿Y qué mejor manera de cubrir posibles asesinatos que sumarlos a la lista de víctimas de algún asesino serial loco y solitario? Categorizar una gran cantidad de homicidios sin resolver no resulta tan difícil en esas circunstancias. Y tienden a desviar la atención de aquellos ‘pilares de la comunidad’ que se involucran en acciones igualmente atroces. ¿Quizás ese es el objetivo?
Lo que McGowan muestra en su libro es concluyente: asesinos seriales con conexiones con la inteligencia de alto nivel, militares y políticas (incluyendo los involucrados en anillos de pedófilos), un caso de investigación MKULTRA documentado (sobre Gary Heidnik), indulgencia mística en algunos casos, y fabricación de evidencia y juicios fraudulentos en otros. Muy lejos de los ‘locos solitarios’ que los medios presentan, los cuales con gran seguridad tienen cómplices, y en vez de tener un Modus Operandi obsesivamente rígido, tienden a utilizar armas de oportunidad o realizan disparos al estilo ejecución a la cabeza. No entraré en los detalles de cada uno de los asesinos mencionados (esto ya es lo suficientemente largo), sino que en lugar de ello les sugeriré que lean el libro. Es muy bueno, a pesar de algunas fallas (McGowan tiende a adoptar un ocultista, y no habla de la psicopatía). De más está decir, nunca más observarás un asesinato en serie de la misma manera.
Pensamiento final
Si simplemente reemplazamos ‘comunista’ con ‘terrorista’ en cualquiera de los escenarios mencionados arriba, creo que tendremos una imagen más cercana a lo que realmente está sucediendo hoy en el mundo. Piénsalo. Parafraseando un párrafo anterior:
¿Estamos comenzando a ver un Modus Operandi en las acciones de la CIA? ¿Quieres espiar ilegalmente a grupos locales críticos de las elites corruptas y poderosas y en consecuencia neutralizar toda fuente legítima posible de disenso y amenaza a tu base de poder? Simplemente planta tus propios ‘agentes [Islámicos]’, afirma una infiltración [terrorista], y propone la vigilancia interna para ‘arrancar de raíz’ a los condenados [terroristas locales]. Es el clásico problema-reacción-solución. Mejor aún, haz que tus agentes provocadores realicen acciones ilegales y violentas, desacreditando a los grupos en cuestión ante los ojos del público y justifica unas medidas enérgicas bien merecidas.
Suponiendo que quienes manejan la CIA no hayan desarrollado repentinamente una conciencia y hayan decidido por voluntad propia detener todas sus cuestionables y descaradamente inhumanas actividades, apuesto mi dinero a lo siguiente: Antes que nada, todos los llamados grupos terroristas son una creación de las mismas agencias de inteligencia citándolos como amenazas a la existencia de sus países, o son infiltrados al punto que son, en efecto, títeres de dichas agencias. Todo chivo expiatorio hipno-programado y locos solitarios sirven un objetivo que entrega más control a dichas agencias, sea mediante prenderse fuego su ropa interior, o armar un ‘ataque suicida’, resultando en más gastos en defensa, más leyes draconianas, y más histeria pública. Así como los amos anticomunistas supieron que al inventar un absurdo ataque de comunistas, la gente se alinearía detrás de las medidas de seguridad ofrecidas ‘en respuesta’, lo mismo se aplica a los ataques terroristas. ¿Y qué hacer con esos molestos grupos antiguerra que amenazan con volver al pueblo en contra de esta agenda? Bueno, gracias al reciente NDAA, es tan simple como plantar a un ‘Oswald’ en su grupo, relacionándolos con ‘conocidos grupos terroristas’, y deteniéndolos indefinidamente por su ‘apoyo’ a los terroristas. Respecto a los ‘Oswalds’, son fácilmente ‘desechados’, y posiblemente sean totalmente ignorantes del objetivo al que han servido. Inteligente, ¿no? Lo aterrador es que está funcionando.
Fuentes
El documental en 6 partes Evidence of Revision contiene información sobre Oswald, Ruby, DeMohrenschildt, Sirhan, Ray, control mental, entre otros temas. Altamente recomendable como introducción a los temas en cuestión y como medio de ubicar en el contexto necesario a la actual situación política.
La información sobre Oswald proviene principalmente de The Perfect Assassin: Lee Harvey Oswald, The CIA and Mind Control de Jerry Leonard. Otras fuentes sobre control mental, incluyendo a los otros ‘locos solitarios’ mencionados, son: The Search for the Manchurian Candidate de John Marks, Operation Mind Control de Walter Bowart, The CIA Doctors de Colin Ross, Programmed to Kill de Dave McGowan.
Notas
- Ver el libro de Colin Ross, The C.I.A. Doctors: Human Rights Violations by American Psychiatrists, y verifica sus más de 300 referencias a libros e informes. La evidencia de que esto está en vigencia es literalmente abrumadora. Si hubiera evidencia en un juicio criminal, ¡ya hubiese habido ejecutados!